miércoles, 24 de noviembre de 2010

Ridiculez.

Sin duda he cometido muchos errores en mi vida, errores que casi podrían ser ridiculeces para mis "amigos". Siempre me llega ese momento en que quiero correr, en que quisiera que nadie se diera cuenta que estoy mal, y dicho y hecho: nadie se da cuenta.

Quizá pocos (o nadie) se dio cuenta que desactivé mi cuenta del facebook, de eso no hace mucho, un día y medio apenas (otra ridiculez). Lo hice por razones muggles muy fuertes y porque quería alejarme del facebook, teniendolo desactivado pues así me obligaría a mi misma a no entrar. Y dicho y hecho, mis problemas muggles ya se están solucionando.

Pero todo eso me llevó a descubrir algo más: Ningún "amigo" mio lo notó, y si lo notaron pues tampoco me lo hicieron saber. Digo que todo esto es una ridiculez porque no importa el drama que haga a fin de cuentas cambio de parecer, y no hay nadie que esté atento a mis pasos. Me decepcionó y mucho darme cuenta de eso... pero ya no quiero caer en la ridiculez otra vez.

Si de todos modos nadie se da cuenta de lo que hago, PARA QUÉ ME PREOCUPO??!! Regresé al facebook y aunque la promesa de no entrar tanto sigue latente, ahi me seguirán encontrando.

La decepción ahi sigue, pero no estoy molesta. Ya nada puede afectarme ahora. Lamento que suene tan frio de mi parte.

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sábado, 13 de noviembre de 2010

Diario íntimo.

En mis muchos años de existencia jamás he podido llevar un diario personal. Lo máximo que he durado con uno ha sido mes y medio y me pregunto qué tan bueno o malo es eso.

Por lo general inicio un diario cuando mi tristeza llega a un punto preocupante... pero al día siuiente junto con la depresión muere el diario.

Intenté una vez hacer uno virtual puesto que escribir y corregir es más rápido que en una libreta... pero sucedió igual que el resto: murió justo al iniciar.

La única libreta con mis confesiones que aún conservo tiene en sus páginas detalles de la época más maravillosa y más trágica a la vez y cuando me gana la "curiosidad" la abro y lloro al recordar esos momentos. Llamemosle masoquismo, ese es el resultado de plasmar sólo lo que en su momento fue doloroso, frustrante (...), al igual que pensamientos llenos de odio, furia, rencor.

Esto lo escribo porque de nuevo decidí hacerr una diario, algo completamente diferente a lo que he hecho antes, algo que me ayude ahora y no me lastime después.

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