"No te cierres" y "No te calles todo lo que te pasa" son las dos frases que más me han repetido en la vida. Aunque yo quisiera contarle a alguien lo que me pasaba nunca he podido hacerlo. Todo lo que me pasa, lo que siento, lo que no siento siempre me lo he callado y muy difícilmente lo he contado, claro que si lo he hablado ha sido mucho tiempo después de que sucedió, cuando supongo que ya lo superé o al menos lo convertí en indiferencia.
Y aunque a muchas personas les preocupe o hasta les moleste esa situación, pues yo he sido medianamente feliz, vaya, ya aprendí a vivir con eso y no me molesta ser tan cerrada. Para nada me gustaría ir por la vida contándole a quien se cruce en mi camino todo lo que me sucede. Igual y no falta la persona insistente que a cada rato me dice que intente ser más abierta... Pues deseo cumplido.
Desde hace unos días la boca se me ha aflojado y he dicho cosas que antes no las hubiera dicho, he expresado cada uno de mis desesperados deseos y me siento completamente frágil por eso. No sé como sucedió pero de repente asi fue, no logro contenerme, no logro callarme y no logro después evitar que me sienta mal... Es una extraña sensación, me siento desprotegida de mi misma. Siempre me he sentido fuerte, capaz de todo, sin duda nada frágil y ahora asi me siento sólo por haber expresado lo que siento.
No sé a cuantas personas lastimen lo que acabo de escribir, pero desafortunadamente asi soy yo, y ya probé lo que se siente expresar absolutamente todo y la verdad no me gustó.
Seguiré como hasta entonces. "Hay veces en que es mejor callar".
